La vida es puro teatro.

Eso cantaba la cubana exiliada de nombre artístico «La Lupe«. Y en el caso de la política parece que es teatro experimental y del malo. Lo vimos ayer en la sesión de control al gobierno del Senado donde el lapsus del lider popular Feijóo, rectificado a los cinco segundos, al olvidar la coletilla «ministres» al referirse a la ausencia de diputados de Podemos –senadores de pleno derecho no tiene ni uno– junto al resto de gobierno, se convirtió en el recurso jocoso con que las masas sanchistas celebraban la «estulticia» del conservador y evitaban referirse al silencio del Presidente del Gobierno sobre la dos semanas de bochorno con la eliminación de delito de sedición, el intento de rebajar el de malversación y la chapuza multiministerial de «la ley del sí es sí» – que los podemitas han acaparado con gusto y victimismo mientra la ministra de justicia se hace un Harpo en toda regla-.

Igual de teatral que la salida de tono del señor Bendodo diciendo que la chapuza de ley es un efecto llamada a los violadores. No hace falta decir tonterías y menos en un tema tan serio como el código penal. Pero eso es pedir peras al olmo.

Si la derecha y la izquierda clásicas e institucionales –aunque a veces no lo parezcan– siguen por esta senda de decir burradas simplonas o agarrarse a un chascarrillo sin plantear soluciones y sobre todo sin el valor para afrontar los debates reales, pasará de nuevo esta recuperación temporal del bipartidismo y cogeran fuerza otros actores políticos menos correctos y con menos miedo a abrir debates y que los ciudadanos les muestren cuales son sus verdaderas sensibilidades –por ejemplo sobre la punitividad o no como esencia de nuestro código penal ante algunos delitos y su encaje o no constitucional – y lideren el someter – ¡qué escándalo! – a consulta popular algunas decisiones de calado.

¿Se imaginan que de verdad en España se debatiera sobre las cosas importantes de forma seria y no oportunista? ¿y que la gente mostrara su opinión sin caer en el «forofismo» futbolero? Yo a veces, pero pocas…

 

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