CON K DE CRÍTICA

NO

O como con un mensaje positivo es capaz de vencer a una de las más atroces de las dictaduras, impulsando las ganas de cambio y la necesidad de libertad.

Película de 2012.

Disponible en FILMIN.

Para los que hemos hecho campañas políticas y mantenemos interés y vocación por la comunicación hay una película que logra mezclar historia, drama y una vibra publicitaria. Esa es No. Pablo Larraín nos lleva de vuelta a los años 80 en Chile, cuando la dictadura de Augusto Pinochet tambaleaba y el país se jugaba su futuro en un plebiscito. La historia (rodada en 2012) sigue a René Saavedra, interpretado magistralmente por Gael García Bernal (ya entonces destacaba y hoy es una estrella internacional), un publicista astuto y carismático que se suma a la campaña del «No» con un enfoque revolucionario: en lugar de hablar solo de la represión y el miedo, decide vender la esperanza.

El contexto de la historia es clave y sobre todo real: Chile estaba bajo una dictadura brutal desde 1973, y en 1988 el régimen viendo su debilidad permitió un plebiscito manipulado y desequilibrado para que la gente eligiera si Pinochet seguía en el poder o no. La campaña del «No» tenía pocos recursos y debía enfrentar la maquinaria estatal que controlaba los medios y mantenía aún una represión permanente a la oposición, aunque ya alejada de las matanzas y desaaparecidos de los primeros años. Pero la oposición, que iba desde la democracia cristiana a los comunistas en lugar de responder con rabia y discursos clásicos, usaron jingles, colores y un mensaje optimista que terminó marcando la diferencia.

Lo genial de No es que no solo cuenta la historia, sino que la hace sentir real. La película usa cámaras de la época y una estética ochentera que te transporta directo a esos días. Gael García Bernal se luce con un personaje lleno de matices, y los secundarios, como Alfredo Castro y Luis Gnecco, le dan aún más profundidad al relato.

El resultado es una peli emocionante, ingeniosa y con un trasfondo histórico poderoso. Te hace reír, te emociona y, sobre todo, te deja claro que la creatividad y la esperanza pueden derrotar incluso a los regímenes más oscuros. ¡Una joya del cine latinoamericano!

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