CON K DE CRÍTICA
La virgen roja
Tema interesante: película fallida.

Película de 2024.
Disponible en plataformas.
La película La virgen roja busca dar vida a la historia de Hildegart Rodríguez, un personaje fascinante del siglo XX cuya vida y muerte fueron marcadas por su madre, Aurora, en un contexto de ideales feministas y sueños truncados. Aunque la cinta tiene aciertos, especialmente en su ambición por explorar un episodio poco conocido de la historia española, no termina de alcanzar todo su potencial y queda algo limitada si la comparamos con obras literarias como Mi querida hija Hildegart de Carmen Domingo u otras películas que trataron el tema, como Mi hija Hildegart película de 1977 dirigida por Fernando Fernán Gómez y con guion del propio director y Rafael Azcona.
Uno de los puntos fuertes de la película, protagnizada por Nawja Nimri, Alba Planas y Patrick Criado, entre otros, es su intención de reflejar la complejidad de la relación entre madre e hija, un vínculo lleno de contradicciones. Aurora es retratada como una mujer obsesionada con crear una hija «perfecta», moldeada bajo sus ideales, pero incapaz de aceptar que Hildegart tenga sus propios sueños. Sin embargo, el guion a veces cae en una narración plana que no profundiza tanto como debería en el fondo de los personajes. Esto puede llevarte a sentir que el drama, aunque intenso, no tiene la profundidad que merece.
En comparación con la novela de Carmen Domingo, que examina con mayor sutileza las motivaciones y el contexto sociopolítico del caso, la película parece apresurarse en su desarrollo. Las tensiones ideológicas y personales, que deberían ser el núcleo de la historia, quedan algo diluidas en una narrativa que a veces prioriza los hechos sobre las emociones.
En cuanto al aspecto técnico hay momentos visuales potentes, pero en general la puesta en escena se siente un tanto convencional. Además, el ritmo de la película puede resultar irregular, con escenas que se alargan sin aportar mucho y otras que pasan demasiado rápido.
Una crítica, que ya hice en redes sociales, es el «embellecimiento» físico de las protagonistas, muy alejado de la realidad, lo que entiendo que tiene un interés comercial para llegar al público actual, pero considero que esconde una vertiente que sin duda influye de alguna manera en la personalidad de las protagonistas, en la vida real.
A pesar de estas limitaciones, La virgen roja tiene mérito al intentar rescatar una historia tan impactante y al poner en el centro de la narrativa temas como el control, la autonomía femenina y los conflictos generacionales. Es una película que se deja ver y que puede servir como una introducción a la figura de Hildegart, aunque quienes busquen un análisis más profundo probablemente prefieran recurrir a obras como la mencionada novela de Domingo o a documentales sobre el tema.
En resumen, La virgen roja cumple su propósito de contar una historia importante, pero queda corta en su ejecución, especialmente al compararla con otras exploraciones más ricas y profundas del mismo tema.