Parece que ha caido Errejón. Por machirulo (confeso), acosador (a día de hoy sin pruebas, más allá de testimonios) e hipócrita (auto inculpado). Lo que queda claro o al menos todo lo claro que pueden quedar finalmente este tipo de denuncias anónimas y la ola de «yo te creo» sobrevenidas, es que es un personaje y persona lamentable. En su autocondena publicada en redes, al mejor estilo de las purgas de Moscú en los años 30, se victimiza por haber sido cooptado por las maldades del poder y del patriarcado («mamá, yo no he sido… me echaron machismo en la coca cola«) lo que le llevó (presuntamente) a no ser el aliade que tantos sermones nos daba, sino un tio aprovechado con un trato poco amigable (al menos de momento sólo se puede denominar así ) con sus parejas y ligues.

Habrá quien lo considere un caso de justicia poética. Otros, que tambien «haylos«, una campaña de fuego amigo por intereses políticos. En el caso de los primeros, el cainismo de vuelta hacia los líderes del cainismo en los últimos 10 años prima. En el de los segundos, muestra una vez más que si el cerdo es nuestro, es más bonico.

Para mi es un tema complejo. Mientras no se judicialice y se separe el grano de la paja, no sabremos lo que era una forma concreta de relacionarse sexualmente, considerada más o menos nociva, compartible o no, pero que pueda que fuera libre y voluntaria por ambas partes; lo que pueda ser acoso sexual y/o abuso de poder… (que tiene pinta de que irá llegando) y lo que pudiera aparecer de violencia, maltrato u otros graves asuntos catalogados en el Código Penal. Que son tres cosas diferentes y banalizar generalizando siempre es un grave errror.

Yo no conozco lo que hizo Errejón, a día de hoy, como parece que si saben las olas inquisitoriales que estaban calladas y protegiendo al niño prodigio hasta ayer a las 15:00. Lo que si sé, es que no hay duda (su carta de dimisión lo atestigua) que estamos ante un narcisista con tintes de psicopatía. Pero no ahora, porque nadie le ha echado algo en la coca cola o el calimotxo antes, sino que esta forma de actuar ha guiado su forma de hacer política. Con verborrea fluida, pero sobre todo con muy buena cancha mediática. La que ahora le tira piedras.

Lo que si se confirma es que vinieron a asaltar los cielos y lanzar a la hoguera a todos los impuros que no cumplían con su virtud… pero no eran más que una, otra, banda llena de niñatos aprovechados con las mismas miserias y debilidades por el pecado que el resto de los mortales. Pero de los que encima nos ha tocado soportar sus discursos morales desde la superioridad impostada.

Iremos sabiendo más… y habrá mucho que hablar sobre el «me too» y sobre más cosas. De la «omertá» hasta que no ha quedado más remedio de sus partidos y de los otros, también.

PD: Vamos sabiendo ya más: la primera denuncia en la policía ya recoge un grado elevado de violencia y abuso. Y los medios amigos ya cuentan que todos sabían hace tiempo que estaba en un proceso de cura de su adicción al sexo y a otras sustancias. Y sabiendo eso, le nombraron portavoz parlamentario de un partido de gobierno…

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