CON K DE CRÍTICA
La zona de interés
Lenta, buena y necesaria.
Película de 2023.
Disponible en Movistar y resto de plataformas
Se agradece que la penúltima incursión del cine (o la literatura) en el género de memoria de la II Guerra Mundial, haya desaparecido el subgenero de «las profesiones de Auschwitz«: el barbero, el pianista, el tatuador etc., y se haya atrevido a afrontar de manera indirecta la profesión más importante de ese campo de horror. El del verdugo. Y no un verdugo cualquiera, sino el que dirigió con la precisión de un cirujano y la puntualidad de un relojero el exterminio de cientos de miles de seres humanos, condenados precisamente a la deshumanización por el régimen nazi.
La vida que refleja la premiada película de la que hablamos, es la de Rudolf Hoss. Pero su vida en modo biopic sino la vida cotidiana de el mismo y su familia, entre los muros de su parcela anexa a las cámaras de gas donde reproducía una bucólica vida campestre conviviendo con los sonidos del horror al otro lado.
La película, que para mucha gente acostumbrada a los grandes efectos y los golpes de guión les ha parecido un tostón, a mi me resulta conceptualmente magistral al lograr mantener tu atención en una doble visión. Mostrando el intento de vida perfecta del comandante y su esposa, al mismo tiempo que te deja en segundo plano pero ocupando el primero las sensaciones y sonidos que sabes están ocurriendo al mismo tiempo.
Ganadora del Óscar y de numerosos premios, está dirigida por Jonathan Glazer que adapta la novela de Martin Amis y protagonizada por Christian Friedel y Sandra Huller. Pero realmente el protagonista de la película es el mal, más exactamente la «banalidad del mal» que desgranó Hanna Arendt y que muestra su rostro de salvaje normalidad en todos los planos de La zona de interés. Sin querer destripar nada, hay una escena que para mi representa como ninguna el concepto y no es otra que la que muestra a la mujer del comandante probándose un abrigo de evidente procedencia. Se te hiela la sangre la falta de remordimientos y de humanidad que infectó a millones de personas comunes que una vez fueron humanos.
La zona de interés no es facil de ver. No es cómoda. No es gratificante. Es simplemente una obra maestra que no puedes perderte.
Óscar C.